- Capitulo 1: Montaje de la Gaita
El primer aspecto que debemos abordar en este tutorial es el hecho de que cuando adquiramos nuestra gaita, bien del artesano, de una tienda o un particular, hay una posibilidad bastante alta de que ésta esté, cuando menos, parcialmente desmontada. Posiblemente nos encontremos con la “prima” y la “segunda” del ronco separadas, con lo cual, el montaje de las mismas no nos supondrá dificultad alguna.
En realidad, teniendo un esquema como el que aquí se presenta, podremos montar la totalidad de las piezas de la gaita cuya unión dependa de corchos. No es así en la unión entre los asientos y el fol ya que éstos van fuertemente anudados (esta es una operación que requiere unos conocimientos que van algo más allá del nivel de “usuario” y que deberíamos dejar en manos un profesional).
Conviene, en este apartado, hacer especial mención a una de las operaciones más delicadas en el montaje de las piezas, que es la separación del punteiro de su correspondiente asiento, ya que si no se tiene en cuenta un determinado procedimiento -que a continuación se detalla- corremos el riesgo de que nos parta o quiebre por su parte más delicada, que es el cuello.
Para la extracción del punteiro del resto de la gaita, preste especial atención al procedimiento de hacerlo ya que una manipulación inadecuada en este sentido tendría unas consecuencias fatales. Debe agarrar el asiento con una mano y la mesa o nuez del punteiro con la otra. NUNCA extraiga el punteiro agarrándolo por el cuerpo o por su extremo (campana) ya que se quebraría.
En la mencionada operación deberá, además, tener sumo cuidado de no rozar la palleta con cualquier parte del punteiro. Cualquier roce podría estropear la palleta.
Aqui os dejo un par de videos uno es del montaje de las distintas partes de una gaita y el otro el desmontaje de una gaita los eh encontrado en internet y que son mui buenos en la hora de explicar.
Montaje de una gaita pasos que se deben seguir:
Desmontaje de una gaita pasos que se debe seguir:
Capítulo 2: Digitación
Algunos docentes de la gaita parten de que es preferible empezar sólo con el punteiro para luego pasar a tocar con toda la gaita montada. Desde esta perspectiva se antepone el aprendizaje de piezas musicales sobre la técnica global del instrumento. Los defensores de este paradigma suelen argumentar que el aprendizaje será más rápido y menos frustrante. Además, que aspectos como la coordinación del uso del fol, el tempero (la constante y adecuada presión del aire) y la afinación de los elementos sonoros pueden ser adquiridos más adelante.
Desde este tutorial pensamos que, comenzar con el punteiro sólo está justificado en aquellos casos en los que uno todavía no ha podido hacerse con una gaita completa. Consideramos, pues, que la gaita es un todo y es conveniente comenzar, si es posible, con toda la gaita aunque ello suponga que el estudio, en los primeros días, sea un tanto más árido.
Antes de entrar en otros aspectos, y con el fin de facilitar la comprensión de las explicaciones, vamos a atribuirle un nº a cada dedo, quedando la nomenclatura de la siguiente manera:
Utilizaremos, pues, los siguientes dedos: pulgar izquierdo (1), índice izquierdo (2), corazón izquierdo (3), anular izquierdo (4), índice derecho (5), corazón derecho (6), anular derecho (7) y meñique derecho (8).
Cada dedo ocupará un lugar fijo sobre el punteiro y la producción del sonido se basará en que los mencionados dedos tapen o destapen unos u otros agujeros.
Veamos, pues, cómo quedarían colocados los dedos en el punteiro:
En el siguiente esquema vemos las notas que les corresponden a esas posiciones..En principio veremos las notas que oscilan entre Si grave y Do agudo. La escala cromática la abordaremos en capítulos posteriores.
La nota Do puede realizarse de 3 maneras distintas. Nosotros recomendamos la tercera que aparece aquí puesto que da menos problemas de afinación. Por otro lado nos facilitará el paso de notas graves a otras que son más agudas que las que aparecen en este capítulo (las veremos posteriormente).
Capítulo 3: Colocación De La Gaita Y Postura Del Gaiteiro
Una correcta postura del gaitero es técnicamente tan importante como la de cualquier otro instrumentista. La colocación de la gaita y la posición del gaitero son variables fundamentales para evitar innecesarias fatigas y dolores de tendones y posturales. Mediante la adecuada postura y colocación de la gaita nos será, asimismo, más fácil abordar determinados pasajes.
Tal y como se muestra en la fotografía, colocaremos el ronco sobre el hombro izquierdo y el fol bajo el mismo brazo. El fol debe quedar justo debajo de la axila, sin dejar huecos. Debe, pues, evitarse que sea el antebrazo el que realice la presión ya que esto produciría un cansancio innecesario al oprimir los flexores y extensores de los dedos.
La mano izquierda será la que se coloque en la parte superior del punteiro y la disposición de los dedos será la siguiente:
Si nuestra gaita dispone de ronquillo, éste irá posado sobre el antebrazo derecho (a no ser que debido al diseño de la gaita dicha colocación no nos resulte natural).
Nuestro primer paso antes de la emisión de las notas musicales consistirá en colocar correctamente la gaita y llenar el fol de aire. Para esto introduciremos el aire, mediante nuestro soplido, por el soplete. Lo haremos de forma enérgica pero sin ejercer presión con el brazo izquierdo sobre el fol mientras estamos inflando. Lo primero que percibiremos, una vez introducido un determinado volumen, es que el ronco comienza a sonar. Posteriormente, cuando exista mayor presión de aire, sonará también el punteiro. Este será el momento en que podemos proceder a la afinación del ronco.
Finalmente, el punteiro quedará más o menos en el centro de nuestro cuerpo, quedando el espigo situado aproximadamente a la altura da nuestro pecho y la campana a la altura de nuestro ombligo. Dicho punteiro mirará ligeramente hacia arriba y quedará un poco ladeado hacia la derecha. Tal vez al principio nos resulte más cómodo pegar la campana a nuestro cuerpo, dejando al punteiro mirando hacia abajo. Trataremos de evitar esta posición pues resulta, además de antiestética, fisiológicamente inadecuada.
No es objeto de este tutorial tratar de la imagen o la vistosidad del gaitero pero una posición erguida y relajada (no rígida), con el abdomen recto y la cabeza mirando hacia adelante, además de ser estética, nos ayudará notablemente en nuestra ejecución.
Capítulo 4: Afinanción Del Ronco
Parece lógico preguntarnos por qué no empezar por el apartado de la afinación del punteiro. La respuesta reside en el hecho de que la puesta a punto de la palleta y afinado de cada una de las notas tal vez resulte un tanto complejo para el que se inicia en este instrumento. En principio vamos a partir de la premisa de que el músico que sigue este tutorial cuenta con un punteiro en correctas condiciones (esto no quiere decir que más adelante no se aborden con el necesario rigor estos puntos).
Por el contrario que el punteiro, la afinación del ronco (así como del ronquillo y/o chillón) no nos supondrá una gran dificultad y lo que sí debemos tener claro es que, al menos, cada vez que cojamos la gaita debemos proceder a la afinación de dichos elementos sonoros.
Antes de ahondar en otros aspectos, conviene resaltar cuales son las notas reales que va a producir una gaita en Do:
La gaita, como podemos apreciar, es un instrumento eminentemente agudo y, aunque el Do grave lo solemos representar en la primera línea adicional debajo del pentagrama, realmente, lo que está sonando, está a la altura del tercer espacio.
LO QUE HABITUALMENTE SE VE REPRESENTADO ES:
Lo que realmente sonaria seria asi:
El hecho de que se representen las notas partiendo de la parte baja del pentagrama se basa en una cuestión de comodidad a la hora de realizar la lectura.
El ronco deberá estar dos octavas por debajo de este Do bajo que emitimos con el punteiro, mientras que la ronqueta (o ronquillo) estará una octava por debajo de dicha nota y, por consiguiente, una octava por encima de la que debe emitir el ronco. Nuestro objetivo será, pues, afinar el ronco y, en si es el caso, la ronqueta (o ronquillo) con esa nota que producimos con el punteiro.
una nota próxima al S
La tesitura del ronco puede oscilar aproximadamente entre una nota próxima al Re (cuando están la segunda y la tercia o copa completamente cerradas) y una nota próxima al Si (cuando segunda y tercia están completamente abiertas). Las mencionadas partes del ronco las acercaremos o separaremos mediante el deslizamiento de las mismas.
Para comenzar este proceso de afinación podemos cerrar completamente la segunda y tercia, asumiendo, pues, que emitiremos con nuestro ronco una nota más aguda que un Do. Al inflar nuestra gaita y emitir la nota Do del punteiro podremos percibir la disonancia entre éste y el ronco. Seguidamente deslizaremos la segunda o/y la tercia, separando así dichas piezas y realizando la comprobación de si debemos deslizar un poco más en dicha dirección. A medida que el sonido del ronco de asemeja al Do del punteiro iremos acortando el deslizamiento de las piezas y realizando más y más comprobaciones.
Análogamente podemos partir de separar completamente la segunda y la tercia e ir aproximando paulatinamente dichas piezas, realizando las pertinentes comprobaciones hasta que el ronco emita la buscada nota Do.
Una vez que tengamos nuestro oído un poco más adiestrado podremos afinar el ronco mediante un procedimiento menos errático. En éste mantendremos la gaita sonando constantemente. Dado que el ronco reposará sobre nuestro hombro izquierdo, agarraremos el ronco con la mano derecha, pasando el brazo por detrás de la cabeza e iremos juntando o separando las piezas en la dirección oportuna a fin de afinar el Do del ronco. A diferencia del procedimiento anterior, en este caso afinaremos el Do del ronco con el Sol del punteiro. Esto es posible al tratarse de una quinta y, por lo tanto, al estar dicha nota Sol dentro del acorde de Do mayor (Do-Mi-Sol).
Una vez que tengamos nuestro oído un poco más adiestrado podremos afinar el ronco mediante un procedimiento menos errático. En éste mantendremos la gaita sonando constantemente. Dado que el ronco reposará sobre nuestro hombro izquierdo, agarraremos el ronco con la mano derecha, pasando el brazo por detrás de la cabeza e iremos juntando o separando las piezas en la dirección oportuna a fin de afinar el Do del ronco. A diferencia del procedimiento anterior, en este caso afinaremos el Do del ronco con el Sol del punteiro. Esto es posible al tratarse de una quinta y, por lo tanto, al estar dicha nota Sol dentro del acorde de Do mayor (Do-Mi-Sol).
Capítulo 5: Coordinación Del Aire Tempero
Nuestro primer paso antes de la emisión de las notas musicales consistirá en colocar correctamente la gaita y llenar el fol de aire. Para esto introduciremos el aire, mediante nuestro soplido, por el soplete. Lo haremos de forma enérgica pero sin ejercer presión con el brazo izquierdo sobre el fol mientras estamos inflando. Lo primero que percibiremos, una vez introducido un determinado volumen, es que el ronco comienza a sonar. Posteriormente, cuando exista mayor presión de aire, sonará también el punteiro. Este será el momento en que podemos proceder a la afinación del ronco. Para el proceso de la afinación del ronco partiremos de posición del Do grave...
Una habilidad que debe adquirir el gaitero es la capacidad mantener la presión adecuada en el fol para que las notas que estamos emitiendo no presenten disonancias en altura. De no tener en consideración esta característica nos encontraríamos con que nuestro ronco produciría unas oscilaciones en el Do grave del punteiro. A esta presión constante y estable se le ha denominado tempero. La adquisición de esta habilidad será lenta e irá mejorando a lo largo de nuestra vida mediante la práctica, la atención y la intención de hacer bien las cosas.
Una vez tengamos el punteiro y el ronco (incluso ronqueta y/o chillón) sonando trataremos de ir alternando el soplido con la presión del brazo izquierdo. Soplaremos durante unos instantes, en los cuales mantendremos el brazo izquierdo pegado al fol pero sin ejercer presión alguna. Así como se nos va terminando el aire de nuestro soplido comenzaremos a presionar con el brazo, momento en el que inspiraremos de una forma lo más relajada posible. Cuando volvamos a soplar disminuiremos la presión del brazo…y ésta será la dinámica a seguir. En un principio veremos que nos cuesta mucho hacerlo de manera que esa presión estable que tratamos de conseguir presenta notables oscilaciones, incluso hasta el punto de que pueda dejar de sonar el punteiro (esto se deberá al cansancio, a la falta de hábito y a la descoordinación entre el aire que proviene de nuestros pulmones y el procedente del fol).
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